13 años del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños, la primera institución académica afro en Venezuela

13 años de la fundación del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños

“Hay que verlo como un constructo de 13 años del Estado-Nación” 

Texto y Fotos: Orlando Ugueto

El 13 es un número mágico y misterioso. En la cultura mítico religiosa occidental y en particular Venezuela, para algunos es considerado negativo y hasta es comúnmente satanizado como “pavoso” y de mal agüero, producto de la mayoritaria influencia judeocristiana heredada del sincretismo y colonialismo religioso español.

Para lo que nos atañe, como es la entrevista al profesor Reinaldo Bolívar, y una reseña sobre el XIII Aniversario del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños (CSAAC), el 13 no ha sido un número negativo, sino todo lo contrario, es benefactor y propiciador de buenas vibras, como bien lo reza el lema del orisha Eleguá, padre de la prosperidad y dueño de los caminos y el destino. Para los Mayas, los 13 recorridos de la luna alrededor de nuestro planeta, representan el equilibrio de la vida.

Por todo ello, el 13 significa para Reinaldo Bolívar, director-fundador del CSAAC, el número mágico para reimpulsar la institución y cosechar más logros y éxitos en aras de seguir avanzando, consolidando y promoviendo conocimientos sobre la historia y la cultura africana en Venezuela.

Los rostros de héroes por la emancipación de la Madre África, como Kwame Nkrugmah, Nelson Mandela, Thomas Sankara, Samuel Nujoma, Che Guevara y Patricio Lumumba, y de varias deidades africanas que adornan el reconocido instituto; nos iluminan el camino y parecen seguirnos con miradas escrutadoras, mientras nos dirigimos hacia la oficina de nuestro entrevistado.

En su despacho se exponen fotografías, libros, cuadros, mapas, tallas y figuras de diversas culturas, especialmente africanas, afrovenezolanas y caribeñas.

Las imágenes de Simón Bolívar y Hugo Chávez, así como la tinaja donde trajeran las reliquias de la “Negra Matea”, parecieran estar allí con la misión espiritual de protegerlo y guiarlo por los mejores caminos de su loable y exitosa gestión.

El profesor Reinaldo Bolívar, nacido en la población de San José de Tiznados, en el estado Guárico, pertenece a la rama de los Bolívar que están emparentados con Matea Bolívar, la nana del Libertador.

El docente y diplomático contribuyó a que los restos y reliquias de la “Negra Matea”, la primera maestra del niño Simón, hoy reposen dignamente en el Panteón Nacional para orgullo de las afrovenezolanas y los afrovenezolanos.

Bolívar es egresado de la Escuela de Estudios internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV), y precisamente este año cumple 3 décadas «venciendo la sombra», dedicadas a la enseñanza universitaria. Fue el primer Viceministro de Venezuela para África, desde 2005 a 2017.

Con su amabilidad característica, nuestro personaje nos recibe -acompañado por la profesora Yatzuri Arasme- con unas sabrosas catalinas de papelón y un amargo café tinto, “tipo arábigo”, esa exquisita y estimulante bebida nuestra, oriunda de Etiopía, en cuyas tierras -se dice- se originó la vida humana.

Fundación del Centro de Saberes

Nos expresa Reinaldo Bolívar que el CSAAC, cuyo nombre oficial es Instituto de Investigaciones Estratégicas sobre África y su Diáspora, se fundó el 27 de enero de 2011, en acto público en la sede de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA), en Chuao, Caracas, con la presencia de las y los coordinadores de la Cátedra Libre África; de las autoridades de las universidades Bolivariana de Venezuela (UBV) y Simón Rodríguez (USR); del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual”, del MPPEU y del cuerpo diplomático acreditado en Venezuela, entre otras instituciones.

-Se creó como una institución privada sin fines de lucro y no está adscrita a ningún ente del Estado. Si bien el Estado colabora con nosotros a través de personal en comisión de servicio y donaciones, el Centro tiene personalidad propia y toda opinión que emita no compromete al Estado venezolano.

-El Centro es único en su clase -continúa Bolívar-, pues estudia y enseña sobre la rica e inmensa diversidad de África y su diáspora; ofrece una importante colección de obras de arte de carácter internacional; mantiene a nivel nacional una constante, estrecha y activa relación cultural con nuestras comunidades; y tiene una página web completa y dinámica saberesafricanos.net, que recibe más de 80 mil visitas mensuales a nivel mundial. ¡Son cualidades reconocidas por instituciones y autoridades de otros países hermanos, americanos y africanos, así como de otras regiones del mundo!

-Nuestra institución, que cumple 13 años, es un Instituto Universitario de Posgrados, certificado por el Consejo Nacional de Universidades (CNU) y el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MPPEU), el 9 de diciembre de 2020, según la Gaceta Oficial número 4.025.

“Fue un lanzamiento por todo lo alto, dando cumplimiento a un mandato de la II Cumbre de Presidentes de América del Sur – África (ASA), efectuada en Margarita en 2009, que pedía que los africanos estudiaran a Suramérica y Suramérica estudiara a los africanos. Nuestro Centro fue, hasta ese momento, el primero en su tipo, que asumía ese carácter internacional, tanto para África como para nuestra América”, afirma.

“Esta cualidad, así como el crecimiento del CSAAC, es de alto valor y proyección para la educación venezolana e internacional, que deberían comprenderlo nuestras autoridades, especialmente del Ministerio de Educación Universitaria y verlo como un constructo de 13 años del Estado-Nación, más allá de relacionarlo de manera personal o particular”, enfatiza Reinaldo Bolívar.

Señala que están a la espera de la aprobación por parte del MPPEU de las maestrías, cuyos trámites están bastante avanzados, en particular la Maestría de Estudios Africanos.

En lo educativo, el CSAAC ha sido pionero, a través de los diplomados, en el desarrollo de líneas de investigación, vistas desde las perspectivas de Nuestra América-Venezuela y desde África.

En el primer Diplomado en Saberes Africanos, que ya lleva 11 cohortes, se imparten temas de cultura, geografía e historia de África y sus relaciones con la diáspora en el Caribe.

Bolívar señala que, desde esas premisas, abrieron el Diplomado sobre Caribe Insular, un “abecé” que permite conocer la historia, cultura y economía, así como los grandes héroes de esa región y su relación con Venezuela.

“Creamos el Diplomado en Grandes Religiones Politeístas y Espiritualidades, que aborda el hecho religioso y espiritual desde una perspectiva científica, social y humanística, sin fanatismo. Ello facilita, a quienes profesan esas religiones, estudiar sus creencias con más amplitud, lo que permite el surgimiento de algo muy importante, como es el ecumenismo religioso”, explica el Rector.

Asimismo, se dictan el Diplomado en Luchas Antiimperialistas en Nuestra América, que aborda las luchas contemporáneas a partir del año 1900, y el Diplomado de Altos Estudios sobre Egipto.

En seis congresos realizados, se han abordado, además, temas sobre el Caribe, las reparaciones y la descolonización, con la asistencia de grandes líderes y lideresas del movimiento afronacional e internacional. Mantiene acuerdos y hermanamientos con países y universidades africanas y caribeñas, mediante intercambios de conocimientos, visitas y diplomados.

Educación Alternativa

Más allá de ser un centro de estudios de posgrado, la institución incorpora en su malla curricular la educación informal o alternativa, refiere el profesor Reinaldo.

Precisa que en la institución se han dictado talleres sobre medicina, basados en plantas africanas, por ejemplo, que fueron dictados en su oportunidad por la hoy desaparecida Ida Clemente, también fundadora del Centro; por Luisa Pérez Madriz, fundadora de La Muchachera de Curiepe, y por otros y otras grandes africanistas, como Jesús “Chucho” García y Marcial Ramón Guedez, conocedores de la temática religiosa-espiritual.

Bajo esas premisas surgió la creación de la Cátedra Libre África, que hoy funciona en muchas universidades e instituciones de educación media y básica en casi todo el país, constituyéndose en un referente importante para la formación de la afrovenezolanidad.

Colecciones y reconocimientos

El Centro posee una amplia colección de rostros de revolucionarios y héroes africanos, que comprende las y los 19 padres y madres fundadores de los países africanos, hecha por Jorge Cruz en 2005; el “Olimpo de la Afrodescendencia Venezolana”, una excelente colección de rostros de las heroínas y héroes de la africanidad venezolana, montada por Beatriz Aifill; y la colección “Rostros del Caribe Insular.

Se han homenajeado a grandes personajes africanos, entre ellos a Nasser, Mandela, Lumumba, Sankara, Neto y Cabral, así como a notables personajes venezolanos contemporáneos, como Aristóbulo Istúriz, el sucrense Juan de Dios Díaz, a Luisa Pérez Madriz, Ida Clemente y María León, entre muchos otros.

-¿Cuál es la historia del Centro de Saberes? -indagamos.

El Centro ha funcionado en varios locales o sedes: Torre Lara, en el antiguo despacho de la Alcaldía Mayor, y en la sede rectoral en Chacaito, lo que es hoy el Ministerio de las Comunas. En 2016, para la adecuación del instituto, se mudaron a la actual sede, ubicada en el edificio Las Gradillas, diagonal a la Plaza Bolívar y al frente del Museo Sacro de Caracas.

“Gracias a la colaboración de Rosa Virginia Chávez y a los auspicios y aportes del Banco Central de Venezuela (BCV), con Nelson Merentes y José “Chino” Khan a la cabeza; del Fondo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Fonacit), dirigido por Guillermo Barreto; al igual que de algunos embajadores -de manera particular- de Venezuela en África, que son fundadores del Centro; logramos remodelar y acondicionar nuestra hoy actual y confortable sede”.

Recibimos también mucha colaboración de parte del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual” y de la Universidad “Argelia Laya” de Barlovento.

Profesores

Entre los profesores del Centro de Saberes, se destacan el propio Reinaldo Bolívar, Gustavo Abreu, Beatriz Aiffil, Oscar Cabello, Maiger Urbina, Gerónimo Sánchez, Argenis Delgado, Oscar Godoy, Moisés Hernández, Marcel Roo, Edgardo Ramírez, Roberto Torres, Eleazar Mujica e Iris Zambrano.

Igualmente, Soraya Yaracuna, Francisco González, Franklin Perozo, Dionys Rivas, Meyby Ugueto, Iris Zambrano, Grecia Melero, Blanca Escalona, Albis Mayora, Gladys Quiroga, Roberto Rahamut, José Antonio Matos, Alexander Fazio, Pablo Urquiaga y Suheil Al Assad.

Asimismo, están otros docentes que han impartido clases en el transcurso de estos 13 años, tales como Jesús Sanoja Hernández, Iraida Vargas, Alí Rojas, Basem Tajeldine, Belén Orsini, Antonio Ejido, Isabel Frangie, Guido Zuleta, Andrés Bansart, Solciré Pérez, Noel Márquez y Benjamín Martínez.

 Fuente: Reportaje realizado por el periodista Orlando Ugueto, Premio Nacional de Periodismo. 
Publicado por AiSUR. Premio Nacional de Periodismo Necesario Anibal Nazoa 2020

La historia de San Agustín… nació en Puente Hierro

La parroquia de la negritud en Caracas

En 1875, es inaugurado por por el presidente Guzmán Blanco, el Puente Hierro, el primer paso para carruajes que se construyó sobre el río Guaire… es el comienzo de la historia de la parroquia San Agustín.
Fue ejecutado por el Ingeniero Luciano Urdaneta con una estructura de hierro importada de Europa, y por eso el pueblo lo llamó desde el comienzo Puente de Hierro, aunque recibió el nombre de Puente de la Regeneración, que era el nombre de la esquina próxima al norte, al final de la calle de Ustáriz, hoy Sur 5.Esta obra dio origen al poblamiento del sur del Río Guaire. Se cree que un mes después de su construcción el presidente Blanco vio los terrenos del otro lado del río, a mano derecha del puente, y decidió crear una urbanización de estilo colonial como parte del programa de ampliación de Caracas. Estas tierras pertenecían a una hacienda llamada San Agustín.
Estos terrenos formaban parte de la antigua hacienda San Diego que pertenecía a Luis Vallenilla, un importante acaudalado de la época, y al mismísimo Guzmán Blanco. Allí se producía caña de azúcar, mangos, aguacate, hortalizas y hierbas medicinales que eran vendidas a las comunidades cercanas, revelan los historiadores de la época.
Fue desde del 28 de agosto de 1875 cuando se inició la verdadera construcción de casas y quintas coloniales con solares, que incluye los patrimoniales Pasajes de San Agustín.
La estructura del Puente de Hierro fue destruida por la gran creciente del 7 de octubre de 1892 y reemplazada por otra, inaugurada por el presidente Crespo en 1898. Tenía 60 metros de largo, 8 metros de ancho y 5 metros de altura sobre el río. El puente se ubica al sur del sector urbano antiguo de la parroquia Santa Rosalía. La estructura actual fue construida en los años cincuenta, para adaptarse a la nueva situación creada por el trazado de la autopista Francisco Fajardo (hoy Gran Cacique Guaicaipuro).
Durante el siglo XX , con la creación del Banco Obrero (fundado en 1928), las casas empezaron a ser remodeladas desde las fachadas hasta los baños. Es a partir de allí cuando la parroquia es registrada como San Agustín. Algunos dicen que la llamaron así en honor al santo, otros aseguran que el dueño de la hacienda se llamaba Pedro Agustín y por eso se le bautizó con ese nombre.
Para ese momento ya se había creado la parroquia Santa Rosalía y los límites de San Agustín estaban dentro de ella; por lo tanto, a los pocos días fueron demarcados definitivamente. sin que se produjera reclamo alguno o confusión entre sus habitantes.

Zonas emblemáticas de San Agustín

En el año 1928 se inaugura la Urbanización San Agustín del Norte y se da comienzo a la construcción de la Urbanización San Agustín del Sur. Ambas se inauguran en 1936. El 22 de diciembre de ese año pasó a ser parroquia. El primer barrio consolidado fue El Mamón que era la zona de tolerancia hasta los años 1940.
En 1940 se empiezan a construir altos edificios, así como la avenida Bolívar. Diez años más tarde se construye el distribuidor La Araña, luego el puente General Falcón, conocido hoy como puente de La Yerbera, y el puente Sucre.

Para finales de 1960 comienza la construcción de las residencias Hornos de Cal y, en 1970, el Parque Central.

El primer sector que se creó dentro de la parroquia fue Hornos de Cal, así llamado porque en ese lugar se quemaba la basura generada por la hacienda San Agustín y a la misma se le añadía cal para mantener la salubridad del terreno. Esta práctica se realizó hasta la década de 1930.

La Charneca fue el segundo sector poblado de la comunidad, y debe su nombre al árbol del Lentisco del cual se extrae un aceite de resina que servía para encender las lámparas de la época.
Otro sector importante de la zona fue la extensión vegetal que estaba hacia el sur de la parroquia. Esta zona no fue ocupada por pobladores debido a las bellezas y excentricidades de la flora. Es lo que se conoce hoy en día como el Jardín Botánico de la Universidad Central de Venezuela
El barrio más emblemático de la parroquia es Marín por sus invaluables aportes al hecho cultural en Venezuela.
La mayoría de los pobladores de esta parroquia provienen de los estados Miranda y Nueva Esparta, según cuentan los primeros vecinos que habitaron en San Agustín, quienes describen la parroquia como una zona donde abundaban las haciendas y los cultivos.
Uno de los íconos de esta zona privilegiada de Caracas es el Nuevo Circo, una plaza de toros que funcionó por largo tiempo como sitio de encuentros para espectáculos políticos y culturales.

Otros datos
San Agustín limita al norte con las parroquias Candelaria, al sur con San Pedro, al este con El Recreo y San Pedro, y al oeste con la Parroquia Santa Rosalía.
Forman parte de esta parroquia el Parque o Paseo José María Vargas, el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas y el Museo de los Niños de Caracas, ambos ubicados dentro del Complejo de Parque Central. Además el Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz Diez, la escuela de artes visuales Cristóbal Rojas, el Helicoide, donde funciona una sede del SEBIM, y el parque Los Caobos.
Esta parroquia cuenta con dos estaciones de la Línea 4 del Metro de Caracas, Nuevo Circo y Parque Central. Desde ésta última estación parte el sistema metrocable. El Metrocable, el primero de este tipo que se ha implementado en el territorio nacional. Actualmente hacen vida en San Agustín, 47 mil 48 habitantes.

Autor: Kernan Ojeda (2013)
Vecino de San Agustín

Pasajes de San Agustín del Sur (Foto Correo del Orinoco)

El Kora: su origen y uso

Instrumento de percusión Kora

Origen del Kora

El Kora de África es un instrumento único con aspecto de arpa y un puente mellado parecido al de un laúd o guitarra.

La primera referencia conocida del Kora (o la kora) viene de Mungo Park en 1799 en su libro «Viaje en Distritos Internos de África». El lo describe como un arpa grande con 18 cuerdas.

Se originó en el valle Fluvial de Gambia pero también hay tocadores de Kora en el oeste africano como; en Malí, Burkina Faso, Guinea, Sierra Leona y Senegal. En estos últimos países ellos a veces usan el Francés que deletrean como Cora.

Tradicionalmente, los ejecutante de Kora cumplían varias funciones. Podría acompañar una historia hablada o cantada sobre una persona o una familia. Podría también ser usada como un instrumento para la diversión durante una reunión social o para un bailarín. A veces el Kora forma una parte de un conjunto más grande de instrumentos incluyendo el kontingo, balafón (un tipo de xilófono o marimba), cantores, y otros ejecutantes de Kora. Hoy, se combina frecuentemente con diversos instrumentos; sintetizadotes, guitarras eléctricas, etc.

Materiales y construcción

Los materiales necesitados de un Kora tienen una simbología mitológica: la calabaza con la tierra, la madera con las plantas, el cuero con los animales y las cuerdas con la magia. El cuerpo del instrumento esta hecho de la mitad de una gran calabaza cubierto con un cuero de cabra, oveja o vaca. La calabaza es perforada para atravesar el mástil de madera en donde se sostienen las cuerdas por clavijas aunque antiguamente los sostenes de la cuerda eran de trenzas de cuero.

El puente permanece derecho sobre un cojín de madera para transmitir las vibraciones de las cuerdas. El sostén de todas las cuerdas esta hecho de un anillo de hierro que esta sujeto a la parte inferior del palo. Antiguamente se decoraba el interior de la calabaza con formulas mágicas y quien lo hacia era el «Marabú» que era el erudito en el tema y se especializaba en temas espirituales y de los rituales mágicos.

Algunos Koras se le suele adicionar en el puente de madera una lamina metálica con anillos, como en el djembé, para que produzca un efecto de chasquido al tocar las cuerdas.
Normalmente la afinación tradicional es una escala diatónica en FA mayor alternando la mayoría de las notas de cada lado.

Forma de ejecutarlo

El Kora se toma verticalmente con las cuerdas hacia el cuerpo, normalmente se ejecuta sentado apoyando entre las piernas el cuerpo del instrumento.

Puente del Kora y afinación

Existen también dos varillas pequeñas para sostener con los dedos al Kora y tocar las cuerdas con solo el índice y pulgar de cada mano. Normalmente son 21 cuerdas pero depende de la región, 10 cuerdas van por el lado derecho y 11 por el lado izquierdo con los que se tocan con los pulgares para las cuerdas de bajo y los índices para las cuerdas de mas alta afinación. Hay también (especialmente en el Casamance / Senegal Sur) 22 y 23 cuerdas para el Kora que son variantes con cuerdas adicionales de bajo.

La historia del Kora (cuento)

Una vez, en un día hermoso, un hombre y su perro fueron a cazar. Después de unas horas el cazador se canso y buscó un lugar para descansar. El vio un árbol grande y a su lado había un Kora. El hombre se sentó bajo el árbol. El miró y miró… «Yo no veo nunca nada y ahora lo que veo me gusta», él dijo a sí mismo. Después de un momento mientras él se acercó por delante del Kora y tocó las cuerdas, el sonido le pareció muy dulce. «Si nadie viene me lo llevo para mi casa», era su pensamiento. El esperó unas horas más y entonces tomó el Kora y partió.

Sobre el camino hacia la aldea él encontró un forastero. El cazador no supo que fuera un diablo. El cazador le preguntó a este hombre: «¿Sabe usted qué es esto? ¿Es suyo?» El diablo contestó: «Sí, este es un Kora. El nombre significa si usted se cansa, puede ayudarlo a usted.» El mostró al cazador como tocar el Kora y entonces dijo: «Tómelo y llévelo a su hogar y yo le mostraré a usted muchas cosas.»

Cuando el cazador entró a la aldea todos vinieron para mirar el Kora. Nadie había visto algo así antes. El cazador comenzado a tocar y la gente dijo: «Esta música es muy bonita para escuchar.» Después, cuando el cazador fue a dormir, él en sus sueños vio al hombre que encontró sobre el camino. Este diablo le enseñó muchas cosas. Como tocar el Kora, como cantar, como escribir sus propias canciones. Y como hacer un nuevo Kora.

Algunas Tradiciones

Según la tradición, las 21 cuerdas del Kora representan la vida de un niño:

  • 7 para traer el pasado a la vida.
  • 7 para sonar los momentos del presente.
  • 7 que llamarán al futuro.

Según otra tradición, siete de cuerdas permanecen para la madre, siete para el padre, y siete para el niño.

Donde ver una kora en Venezuela

En la sede del Centro de Saberes Africanos Americanos y Caribeños, se encuentra una Kora traída de Senegal que está a la exposición de los visitantes de la institución. Esquina de Gradillas. Edificio Gradillas, Piso 2, Caracas.

Fuente: Kaypacha

Chimbángueles a San Benito en el Sur del Lago

Una producción de La Huella Indeleble

Chimbangles, Sur del Lago de Maracaibo

Los rituales a San Benito de Palermo, se registran en los pueblos del Sur del Lago de Maracaibo desde hace más de 300 años, su complejidad musical y su rico entramado organizativo hacen de los Chimbángueles una de las manifestaciones más emblemáticas de la herencia cultural afrovenezolana en el occidente del país, movilizando a devotos, promeseros, vasallos, locales y visitantes al ritmo de tambores, flautas y maracas en una impresionante fiesta colectiva.


La Huella Indeleble Producciones. Venezuela 2014

Meyby Ugueto Ponce encarna historias de mujeres negras que fueron esclavizadas

Melby Ugueto Ponce. Perfil. FOTO: Franklin Perozo
Melby Ugueto Ponce. FOTO: Franklin Perozo

Ella está y crea en un espacio donde transitan la afrodiáspora, la danza y la investigación. La jovencita de La Trapatiesta, el Grupo de Danza y Música Popular Tradicional creado en los 90, en la Universidad Central de Venezuela (UCV) ahora es la directora artística del montaje “Memorias Danzadas. Voces Ancestrales de Mujeres Negras” que recrea historias y sentires de las mujeres esclavizadas del siglo XVIII.

Meyby Soraya Ugueto Ponce nació en la parroquia San Juan, en la Maternidad Concepción Palacios, en Caracas, el 17 de abril de 1977. Es la nieta de Ana Santiaga Ponce, oriunda de Curiepe. Meyby es descendiente de este pueblo fundado por negros libres y desde allí parte su investigación, activismo, creación, danza y arte.

A la investigadora afrovenezolana le interesan las poblaciones afrodiaspóricas. Se pregunta cómo el arte puede ser una vía de reflexión-transformación de los imaginarios que se tienen de la diáspora afro y de qué manera el arte puede contribuir a erradicar el racismo y el endorracismo en las sociedades.

La niña de Zaida Ponce, la sobrina mimada de Nuris Ponce, la mamá de Ismael, desarrolla su línea de investigación: “Imaginarios, discursos y subjetividades entre arte, cultura y poder en poblaciones afrodiaspóricas” en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

Meyby Ugueto (IG: @curiepelasabana) dialogó sobre su montaje, su activismo antirracista, su creación transformadora y sus sueños.

Curiepe es la fuente de casi todo lo que hago. Un pueblo fundado por negros libres
¿De dónde viene su investigación, artivismo y creación afro/negra?

Curiepe es la fuente de casi todo lo que hago. La fuerza cultural de este pueblo fundado por negros libres, traducida inicialmente por mi abuela, mi tía y mi mamá han sido la base de todo mi trabajo. Cada una, a su manera, me enseñó el orgullo de ser negra y la reivindicación de esta condición, sobre todo ante las acciones racistas que aparecen cotidianamente.

Mi papá también fue vital, con una orientación clara de izquierda, me ayudó a que concientizara estos momentos violentos de discriminación. Al salir de la Escuela de Psicología de la UCV me di cuenta que no podía responder a preguntas estructurales sobre las poblaciones negras en Venezuela, desde el universalismo que predominaba en la formación sobre “el hombre y su psique”, así que me fui a hacer un Doctorado en el IVIC y centré mi estudio en Curiepe.

En el área artística debo decir que la experiencia en la Agrupación de danza y música popular tradicional venezolana La Trapatiesta en la UCV, durante los años de estudio en psicología fue neurálgica. Una escuela en todo el sentido de la palabra, donde pude recorrer el país desde la mirada del movimiento, de la danza y la música. Comprender la riqueza gestual venezolana y en especial la afrovenezolana fue un privilegio.

Dentro del proceso de formación de la Trapatiesta, que fue muy rico, variado y heterogéneo, conocimos la danza contemporánea de expresión africana de la mano de Carmen Ortiz. Esto, sin duda, marcó mi manera de ver y aproximarme a la danza fuera del ámbito tradicional. Aunque era muy difícil para mí, y aún sigue siéndolo, sentía muchas conexiones afectivas y expresivas que disfruté aprender. Hoy todo eso y más, aparece muy fuerte, como una necesidad expresiva, con miras a experimentarlo como lenguaje para contar historias de la diáspora afro.

¿Cómo llega a la literatura afrocaribeña?

Recuerdo los años de mi investigación doctoral sobre el caso Curiepe desde documentos de primera y segunda fuente. En especial, el libro del historiador Lucas Guillermo Castillo Lara, quien hace, a mi juicio, un excelente estudio de actores, un abordaje antropológico del hecho histórico más allá de la descripción cronológica de los acontecimientos. En ese recorrido, yo no podía creer que estábamos ganando los negros, que la fundación del pueblo de Curiepe iba a ser un hecho por parte de Juan del Rosario Blanco y sus compañeros. Es decir, esa historia no se parecía en nada a la de pasividad que una aprende en la escuela y que desde luego ni se habla en la universidad.

Luego, Franklin Perozo, mi esposo, quien siempre me acompaña y estimula en mis proyectos, me regaló el libro de Ana Teresa Torres, “Doña Inés contra el Olvido”, novela que ficciona este hecho fundacional, pero, visto desde la mirada y el sentir de la mantuana a quién las y los ancestros de los curieperos actuales, le quitan lo que ella considera sus tierras. Fue una forma maravillosa de comprender la violencia patriarcal y la condición étnico-racial funcionando en dos vertientes distintas, mujeres blancas y mujeres negras, oprimidas de formas diferentes, pero de forma jerarquizada. Este fue el encuentro con un género que me apasionó desde ese primer momento, la novela intrahistórica y autobiográfica afrocaribeña. Después siguió Michel Ascencio, Maryse Condé, Tony Morrinson y Fabienne Kanor.

¿Cómo llega a investigar los momentos de las mujeres africanas traídas a América? ¿De dónde viene todo este proyecto?

Viene de la docencia y de la danza al mismo tiempo, conjugado a través de una estudiante de posgrado en historia y también bailarina, quien conocía de mi trabajo tanto académico como artístico. Natasha García Riveiro (@lascosasqueguardo) es la responsable de mi inclinación hacia la perspectiva de género de mi trabajo, que había estado hasta ese momento centrado en los procesos de búsqueda, recuperación y mantenimiento de la libertad de poblaciones afrodescendientes en general. Natasha acude al IVIC con la pregunta sobre la posibilidad de encontrar evidencia documental y etnográfica sobre procedimientos de reproducción coercitiva de mujeres esclavizadas en el siglo XVIII. Sus indagaciones previas en el Pueblo de la Sabana, uno de mis pueblos vientre, le conducían al ahora Estado La Guaira, porque según algunos testimonios que había logrado recopilar de abuelas del pueblo, pudo haber existido un lugar con esa función durante la época colonial allí en la costa.

Eso nos llevó a una serie de actividades, entre ellas búsquedas de autoras venezolanas que abordaran el estudio de la esclavitud femenina como Inés Quintero, Dora Dávila Mendoza y Evelyne Laurent-Perrault. También participamos en un simposio para analizar la exposición denominada “Retratos Creoles III” de la Barbadense-Canadiense Joscelyn Gadner. Eso fue en el contexto de la II Bienal del Sur de Caracas en 2017, donde conversamos también con Casimira Monasterio, diputada afro, especialista en estética, sobre la narrativa plástica que Gadner desarrolla sobre la esclavitud y la resistencia de mujeres, alrededor de la interrupción del embarazo.

Memorias Danzadas nos introduce en el mundo sensible de mujeres esclavizadas en el siglo XVIII
¿De qué se trata la pieza Memorias Danzadas? ¿Es teatro? ¿Es danza? ¿Es danza y teatro a la vez?

Debo partir de mi experiencia. En La Trapatiesta siempre aprendimos a indagar y a buscar los elementos necesarios para poder decir, lo que los coreógrafos necesitaban expresar y lo que la tradición ameritaba. Recuerdo procesos intensos donde aprendimos diferentes técnicas de danza y de otras disciplinas, como el yoga, danza contemporánea, danza contemporánea de expresión africana, danzas afroperuanas, la técnica de Jerzy Grotowski, dicción, entrenamiento físico de alto nivel, canto, ejecución de instrumentos de percusión afrovenezolana, percusión afrolatina, instrumentos melódicos como el cuatro, etc.

Recuerdo las salidas de campo donde participamos en la construcción de los altares de los santos a las comunidades donde íbamos, la confección de la Cruz de mayo, las máscaras de La Zaragoza, etc. En fin, en La Trapatiesta nos enseñaron a pensarnos como artistas integrales. Memorias Danzadas es un fruto de La Trapatiesta. Es por eso que no sólo se basó en la danza, sino que echó mano de la palabra, la poesía, la improvisación, la pintura y el bordado, para introducirnos en el mundo sensible de mujeres que estuvieron sometidas a la sujeción durante el siglo XVIII.

FOTO: Franklin Perozo: Más ensayos y más historias
FOTO: Franklin Perozo: Más ensayos y más historias

¿Cuáles son las referencias teóricas y literarias que toma la pieza Memorias Danzadas?

Yo concibo este trabajo como un proceso largo, profundo, académico y personal, no sólo para mí como directora sino para las y los intérpretes. Tiene además un interés claro hacia combatir el racismo y endorracismo desde la implicación misma del elenco en el estudio de la esclavitud femenina. Eso nos hizo revisar literatura antropológica sobre la trata trasatlántica, sobre los procesos de resistencia y de reconstrucción cultural afrodiaspórica. Puedo nombrar a Edouard Glissant, Federico Brito Figueroa, Miguel Acosta Saignes; etc.

Revisamos textos sobre la esclavitud femenina, casos de resistencia agenciados por estas mujeres desde suicidios, homicidios, rebeliones, petición de derechos, aborto, huidas, etc. Inés Quintero, Dora Dávila Mendoza, y Evelyne Laurent-Perrault fueron nuestras primeras referencias en este punto.

Pero también revisamos estos temas desde la mirada artística, no sólo literaria, lo hicimos desde el discurso plástico de Joscelyn Gadner; desde los grabados del siglo XVIII que existen; desde el discurso cinematográfico de Luis Alberto Lamata con “Azú”; “La última Cena” de Tomás Gutierrez Alea; “Amistad” de Steven Spielberg. La música de Bob Marley, los ritmos afrocaribeños como el guaguancó, la guaracha, la salsa, desde la música del Grupo Madera. La poesía también nos acompañó, Robert Hayden, Derek Walcott, Georgina Herrera, Nancy Morejón; la literatura autobiográfica femenina afrocaribeña de Fabienne Kanor con Humus, la cual posee mucho peso en el hilo dramático de la pieza; “Yo Tituba, Bruja Negra de Salem” de Maryse Condé, y “Amargo y Dulzón” de Michael Ascencio.

Descríbame su elenco. ¿Cuánto tiempo ha durado el montaje?

Actualmente, en este proyecto participamos intérpretes en danza tradicional venezolana, intérpretes de danza contemporánea y percusionistas de ritmos africanos y afrodescendientes. Es un equipo de trabajo que se diversifica en las áreas de formación, dirección escénica, danza, teatro, diseño gráfico, producción, fotografía, comunicación y transmedia. Somos alrededor de 25 personas empujando este proyecto. Este proceso inició en 2019 y estaba pensado para estrenarse en marzo 2022; pero la COVID-19 nos encerró a todos. Así que retomamos ese proceso en abril de este año.

¿Cómo se sostienen? ¿Tienen previsto solicitar algún tipo de financiamiento?

Todo es autofinanciado, basado en el apoyo entre nosotras y nosotros, y basado en las alianzas con agrupaciones amigas e individualidades. Desde el alquiler del espacio para los ensayos, trabajo de campo, hasta los honorarios profesionales de docentes, músicos, fotógrafos, diseñadores, vestuaristas, quienes han aceptado participar sin pago monetario concreto. En este sentido, tenemos habilitado un botón para “donar” en nuestro sitio web https://proyectotramas2018.wixsite.com/meybysoraya/tramadanza de modo que nos permita atender aspectos de la producción, logística y movilidad para poder llegar con éxito al estreno.

Nombrarlas y corporizarlas danzando sus historias
Háblenos de la presentación y el lugar. ¿La entrada tendrá un costo?

La presentación será el jueves 29 de septiembre, a las 5:00 pm en el Centro Cultural Parque Central. Aprovechamos y extendemos nuestro agradecimiento a Marcela Lunar y a Miguel Herrera, del Centro Cultural, ya que sabemos que será un escenario propicio para nuestro trabajo. Se trata de una función foro donde además de ver la pieza, estaremos conversando con maestras de danza y teatro sobre el discurso de la mujer afro en las artes escénicas en el país.

Grandes maestras de la danza y el teatro como Casimira Monasterio, Flor Márquez Ugueto, Gloria Núñez, Betty Mendoza, Carmen Ortiz, Jericó Montilla, Yermi Martínez y Marinera Matos compartirán sus reflexiones y experiencias con nosotros y nosotras. La inversión son 5$ la entrada, pueden comprarla desde ya en las taquillas del teatro, escribiéndonos a nuestras redes sociales: Instagram: @memoriasdanzadas2022, a nuestro correo electrónico memoriasdanzadas@gmail.com o al siguiente chat de WhatsApp: 04169135113.

¿Después de este estreno, qué pasará con Memorias Danzadas?

Memorias Danzadas tiene proyectado un componente pedagógico a desarrollarse en comunidades que deseen estudiar la esclavitud femenina desde el arte como vía de comprensión y de transformación. Memorias Danzadas es parte de la línea de investigación que desarrollo en el IVIC llamada “Imaginarios, discursos y subjetividades entre arte, cultura y poder en poblaciones afrodiaspóricas”. Así que las presentaciones más que el fin, parecen el inicio de un camino heurístico interesante. Además, esperamos seguir profundizando el trabajo, siempre es mejorable.

¿Qué camino quiere seguir recorriendo después de esta presentación?

Mi sueño es poder convertir el espacio de la danza en el escenario de investigación-acción-transformación desde donde parta mi trabajo posdoctoral. La obra de arte posee una poderosa capacidad de enunciar el mundo que rodea y a sus creadores; al asumir el lugar de enunciación y al mismo tiempo las distintas interseccionalidades que constituyen a una persona (raza, género, clase, nacionalidad, religión, estatus migratorio, etc.), podemos comprender los imaginarios que subyacen a una cultura. A mí me interesan las poblaciones afrodiaspórica.

Entonces, yo me pregunto ¿cómo el arte puede ser una vía de reflexión-transformación de los imaginarios que poseemos sobre la diáspora afro? y ¿de qué manera el arte puede contribuir a construir subjetividades políticas que coadyuven a trascender el racismo y el endorracismo en nuestras sociedades? Ese es el camino que quiero recorrer después… El cuerpo y la performatividad constituyen un repertorio de memorias corporales y narrativas subjetivas que vale la pena profundizar más allá de la perspectiva folclorizada que ha predominado, y más bien atender el valor político, fundamentalmente antirracista, que posee.

¿Cuál es la esencia del mensaje que trae la pieza? Tomando en cuenta que en el país no abunda la creación y el arte que visibiliza los momentos/historia de las mujeres africanas traídas a América para ser esclavizadas.

El mensaje es la humanización de africanas y sus descendientes al poder preguntarles quiénes eran, cuáles eran sus motivaciones, deseos, luchas, tristezas, alegrías… En fin, nombrarlas y corporizarlas danzando sus historias.

El estreno del montaje “Memorias Danzadas. Voces Ancestrales de Mujeres Negras” será el jueves 29 de septiembre de 2022, en el Centro Cultural Parque Central (Caracas – Venezuela), a las 5 de la tarde.


Fuente: Revista La Marea

Autora: María Mercedes Cobo Echenagucia

Hoy es el Día Internacional de las Mujeres Indígenas

Mujeres indígenas maquillandose. Imagen elcampesino.co

El Día Internacional de las Mujeres Indígenas se conmemora cada 5 de septiembre, en homenaje a Bartolina Sisa, mujer que comandó los ejércitos quechua-aymara en contra de la opresión de los españoles, a fines del siglo XVIII en el alto Perú. Como consecuencia terminó siendo brutalmente asesinada por estos. La historia de Bartolina nutre la memoria de las mujeres de los pueblos indígenas y afrodescendientes del continente.

En 1983, durante el II Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiahuanacu, en Bolivia, es cuando se decidió el 5 de septiembre como el Día Internacional de la Mujer Indígena reivindicando en la figura de Bartolina y la lucha de las mujeres indígenas contra todo tipo de opresión.

Desde ONU Mujeres llaman hoy a visibilizar el rol fundamental que las mujeres indígenas juegan en la importante tarea de mantener y defender la identidad de sus pueblos, reafirmando su derecho para que sus voces, diversas y muestra de la riqueza cultural que representan, se escuchen de manera fuerte y clara en todos los espacios en los que habitan, no solo en el hogar y la familia, sino también en el espacio político, social, económico y cultural.

La pandemia de COVID-19 exacerbó la brecha de desigualdad que ya existía y atenta gravemente contra la autonomía de las mujeres, especialmente de las mujeres indígenas. Las mujeres no son una minoría, sino al menos la mitad de la población, y las mujeres indígenas, en la mayoría de nuestros países no son una minoría, sino que en muchos casos representan también mayorías.

Para entender y abordar eficazmente el contexto actual con claridad, es necesario tener una perspectiva de los impactos de la pandemia en las mujeres desde la interseccionalidad, la interculturalidad y desde un abordaje intergeneracional.

Las mujeres indígenas siguen enfrentando múltiples tipos de violencias y discriminación que han enfrentado por siglos. Como declara ONU Mujeres, es fundamental que cada Estado ponga en marcha iniciativas en cumplimiento de los compromisos asumidos mediante la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) para incorporar a las mujeres indígenas en los planes de respuesta a la crisis y más allá en las políticas públicas y los esfuerzos de desarrollo sostenible en nuestros países. Es imprescindible garantizar que la legislación y las políticas nacionales y locales promueva la participación efectiva de las mujeres indígenas en la toma de decisiones.

Las mujeres indígenas desempeñan en la conservación de su cultura, sus lenguas y sus tradiciones. Su liderazgo y la capacidad de acción son insustituibles en la protección del medio ambiente y la biodiversidad y en la lucha contra el cambio climático. Es imprescindible promover una cultura que respete, reconozca y apoye los liderazgos de las mujeres indígenas, y prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia política hacia ellas.

“Nada sobre nosotras sin nosotras”. Cualquier iniciativa dirigida a mujeres indígenas y a sus pueblos debe ser acompañada y promovida por ellas mismas y reflejar sus voces.


Fuentes:

  • Servicio nacional de Patrimonio Culural Colombia
  • ONU Mujeres

Celebran el Año Jubilar de Isidora Agnes

En su semana aniversario, la Fundación Centro de la Diversidad Cultural (CDC) organizó en su sede de Los Rosales en Caracas un hermoso acto dedicado al año jubilar de Isidora Agnes, mejor conocida como la Negra Isidora de El Callao.

Ella nació el 17 de agosto en ese importante pueblo minero del Estado Bolívar, hasta convertirse en un referente histórico por el liderazgo de una mujer afrodescendiente.

El profesor Benito Irady, presidente del CDC, resaltó los testimonios de los callaoenses, que revelan cómo su cultura se nutre de principios y valores de humanidad, y cómo se transmiten esos valores de generación en generación.

Irady destacó el expediente presentado a la Unesco para ingresar a la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad en 2016 bajo el título El Carnaval de El Callao, Representación festiva de la memoria e identidad cultural, además de los acuerdos establecidos con la Comisión Permanente de Cultura y Recreación de la Asamblea Nacional para rendir homenaje a Isidora Agnes.

Las madamas, herederas de Isidora Agnes

Fue invitada especial a la actividad la profesora Beatriz Aifill, conocida defensora e investigadora de las causas afrodescendientes en el país.

La profesora Aifill, quien comparte tareas en el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y en el Centro de Saberes Africanos, expuso en su disertación que el liderazgo de Isidora Agnes en El Callao sobrepasó los límites de lo que se puede esperar en defensa de un pueblo.

Hizo hincapié en el simbólico papel de las madamas, que resultan emblema de una historia viva entre los descendientes de africanos desplazados desde las diferentes islas de las Antillas, hasta las minas de explotación aurífera en el sur del país, y le dio especial importancia a la manera como se reafirma la solidaridad, y la fortaleza de una identidad local.

Las madamas de hoy deben seguir el ejemplo de Isidora Agnes, y resguardar con celo sus costumbres, sus creencias, sus actos de fe, y tener conciencia de su antiguo origen.

El Callao tonight, Caracas tomorrow night…

También intervino Arturo Fortis, precisando los vínculos con Caracas de muchos callaoenses y descendientes de callaoenses residenciados en esta gran urbe, donde el calipso se ha convertido en una forma de acercamiento y de propagación de nuevas amistades.

El ejemplo puntual lo dieron las madamas y los músicos del grupo La Nueva Dimensión Calipso de El Callao, quienes interpretaron temas como Guayana es, Nety Nety, All day today, Isidora, Callao Calipso, Monkis pis y Banan pile.

El acto se llenó de un gran colorido con la presencia de madamas, diablos, mineros, etc: en fin, la fiesta del Centro de la Diversidad Cultural en homenaje a Isidora Agnes.

Fuente: Centro de la Diversidad Cultural

El Pacífico colombiano celebra el festival afro más importante de América Latina

Las manos levantadas con pañuelos blancos se agitan con una energía contagiosa sin importar el color de piel. Cada toque de marimba atraviesa los cuerpos seducidos por los sonidos, el calor y los tonos de la fiesta afro más grande del continente: el Petronio Álvarez. La imagen es icónica en el que, lejos de ser un simple evento, es un viaje hacia la cultura y la memoria del Pacífico colombiano. “Es un espacio de reivindicación y reconocimiento al aporte de la diáspora afropacífica en la construcción de país”, explica Ana Copete, la directora del encuentro que cumple 26 años.

Copete también es la nieta del compositor que inspiró el título del festival que se realiza en Cali (Valle del Cauca). La herencia musical de su abuelo estuvo influenciada, precisamente, por los paisajes y relatos en sus travesías como maquinista del ferrocarril del Pacífico. “Él no se imaginaba que su legado iba a vivir tanto tiempo”, cuenta su familiar. “Se reivindica su obra, pero también se rinde homenaje a los maestros y maestras del territorio, a la música y a la resistencia a través de la cultura”, agrega. Petronio Álvarez murió a los 52 años, treinta años antes de que naciera la celebración con su nombre.

El festival convoca anualmente a más de 200.000 personas cautivadas por las tradiciones de la región. “La música simboliza la riqueza ancestral del Pacífico. Con ella visibilizamos también a nuestros pueblos”, asegura Jhon Harold Caicedo, director de Renacer del Pacífico, una de las agrupaciones ganadoras en 2021. En esta nueva versión, la Unidad Deportiva Alberto Galindo, en el sur de Cali, reunirá a 44 agrupaciones musicales que concursan en cuatro modalidades: marimba y cantos tradicionales, chirimía, violines caucanos y versión libre.

No solo la música alimenta a quienes se sumergen en el Petronio. La cocina también integra saberes y sabores autóctonos que atraen a los visitantes. “El centro de cualquier cultura es la cocina, hace parte de nuestro tejido social”, apunta Elsis María Valencia, cocinera e instructora del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) en el Valle del Cauca, quien revela que parte del secreto para un buen plato está en las “hierbas de azotea” que se siembran desde el Chocó hasta Nariño, como el cilantro cimarrón o la albahaca negra. “Son plantas que guardan la memoria del sabor”, asegura. El coco también es uno de los ingredientes esenciales en las preparaciones del Pacífico. La bebida oficial es el viche, un destilado de la caña de azúcar de elaboración artesanal.

El Petronio Álvarez es un festival que se caracteriza por ser como el nombre de la región donde se celebra. “Ha logrado que caleños y colombianos nos sintamos orgullosos de las raíces negras que nos corren por las venas. El Petronio dignifica la cultura negra del Pacífico”, afirma su directora. Marcó incluso la vida de la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez. “Ahí fui adquiriendo identidad como afro. Participar en el Petronio, ver a la gente con su fuerza, me ayudó en mi autoreconocimiento”, confesó en una entrevista hace unos años recordando su experiencia como participante cuando era adolescente.

Este año, el Petronio Álvarez que organiza la Secretaría de Cultura y Turismo de Cali tendrá a Brasil como su primer país invitado. Uno de los principales atractivos será el gran concierto de voces afrolatinas, protagonizado por las maestras Zully Murillo, Susana Baca, Totó La Momposina y Nidia Góngora que harán agitar los pañuelos blancos, este mes.

Fuente: elpais.com

Sin África la cultura cubana no se entiende a sí misma

Con el recuerdo de sus orígenes africanos, de los antepasados que fueron arrancados desde las distintas naciones de ese continente, para ser esclavizados en tierras americanas, en este caso en Cuba, donde fundaron sus familias y contribuyeron a conformar la cultura que hoy nos distingue como pueblo, comenzó el encuentro entre Zuleica Romay, directora del Programa de Estudios sobre Afroamérica; David López Ximeno, poeta, ensayista, investigador y abogado y la poeta Nancy Morejón, Premio Nacional de Literatura, con los integrantes de la delegación estadounidense, coordinada por el artista y activista Andy Shallall, que visitó este martes 12 de julio la Casa de las Américas. 

Durante su intervención Zuleica Romay explicó que, a pesar de las políticas promulgadas a partir de 1959 por el Estado revolucionario para eliminar el racismo y la discriminación racial, para ofrecer igualdad de acceso a bienes y servicios fundamentales como la salud y la educación a todos los sectores sociales del país, pervive entre nosotros el racismo, que se reproduce a expensas del desconocimiento de nuestra historia, la existencia de indeseables desigualdades sociales y de fallas en los procesos de formación de valores; por lo que se impone una reactivación de la crítica para definir dónde las políticas deben ser fortalecidas, en qué casos han de ser mejor precisadas o aplicarse con mayor grado de individualización. 

Destacó que durante más de 400 años sobre los descendientes de africanos se acumularon desventajas históricas, asociadas a las condiciones de existencia, el grado de inserción y avance social, la efectividad de redes de solidaridad y cooperación, etc. Enfrentar una crisis aguda y prolongada, como la que hemos sufrido los cubanos, confiere a la situación de estas personas un alto grado de vulnerabilidad que trasciende la atención brindada por el Estado cubano, manifestó.

Asimismo, resaltó que frente a la situación que presentan en el mundo las personas afrodescendientes, en Cuba existen evidentes ventajas, porque están respaldadas por la voluntad política de un Estado y las realizaciones concretas de un proyecto social que aboga por la erradicación de todo tipo de discriminación.

Apuntó que, aunque el Estado revolucionario tiene un cauce para hacer realidad sus políticas, estas no se pueden desarrollar sin el compromiso y el respaldo de las personas. Desde el primer día la Revolución se propuso conquistar toda la justicia para todas las personas, de ahí que sea imprescindible hacer esta conquista más efectiva, a partir del involucramiento ciudadano en la solución de los problemas.

La investigadora también señaló que desde 2019 el gobierno cubano desarrolla el Programa Nacional contra el racismo y la discriminación racial en todos los ámbitos de la vida del país. A ello se suma el trabajo que en este sentido se impulsa lo mismo desde instituciones académicas y proyectos de gobierno, como desde iniciativas ciudadanas, para desde sus fortalezas ayudar al país a avanzar en este tema.

Los descendientes de las personas esclavizadas deben enfrentar siglos de desventajas, pues han contado históricamente con menos recursos económicos y materiales, con menos redes de cooperación. Las políticas de la Revolución, lo que tratan es de disminuir esas diferencias y ayudar a esos grupos, comunidades, poblados con mayor vulnerabilidad, puntualizó.  

Sabemos que el reto es grande, liberarse es como subir una montaña, en la subida te cansas, se agotan tus recursos y se debe hacer un esfuerzo cada vez mayor para avanzar. Creo que estamos a la mitad del camino. Habremos llegado simbólicamente a la cumbre cuando en este país no importe el color de la piel, cuando los colores no tengan nada que ver en las relaciones entre las personas. No estamos luchando para no ver los colores, los colores siempre existirán como expresión de las infinitas mezclas que nos constituyen, sino para que los colores no tengan importancia alguna y las personas puedan desarrollar plenamente sus capacidades, sin desventajas objetivas ni barreras subjetivas, subrayó.

Ante la duda de algunos de los integrantes de la delegación estadounidense sobre el término afrocubano, refirió que este sustantivo nació para designar a los nacidos en Cuba descendientes de africanos, y que con el tiempo se convertiría en un adjetivo para identificar la africanidad en las expresiones culturales cubanas.

Lo cubano es también afrocubano, no tiene que ver con una diferenciación cultural, porque entendemos que sin África la cultura cubana no se entiende a sí misma, afirmó. 

Por su parte, David López Ximeno se refirió a las investigaciones y la obra de intelectuales fundamentales como Fernando Ortiz para entender el origen del racismo en Cuba, así como el aporte de los pueblos africanos y sus descendientes a la cultura nacional.

También comentó sobre el proyecto que se desarrolla para publicar el trabajo de escritores, sociólogos, historiadores, antropólogos, que aportan nuevas luces sobre las raíces africanas en la cultura cubana.

Mencionó, igualmente, a Lidia Cabrera, Natalia Bolívar, Miguel Barnet, Nicolás Guillén, Nancy Morejón, entre otros intelectuales, quienes desde sus obras han destacado la importancia de la cultura de origen africano en Cuba.

La poeta Nancy Morejón antes de leer algunos de los poemas dedicados a George Floyd, recogidos en el libro Madrigal para un príncipe negro, explicó que los versos nacieron de forma natural al saber sobre el abominable crimen y que en el volumen la metáfora central es el río.

De entre los doce poemas que conforman el cuaderno, en su edición bilingüe preparada por el Fondo Editorial Casa de las Américas, Nancy seleccionó LetalBlues para George FloydComo un nidoGeorge Floyd defiende su horizonteUn príncipe negro para George Floyd y Somebody, cuyos versos compartimos por la acogida que tuvo entre los oyentes:   

Eras alguien sin voz / y te escuché cantar una canción desconocida. / Eras alguien sin lengua / y ya eres un poeta. / En esta Tierra nadie había conocido tu nombre, / ni tu historia. / Ya puedes respirar. Ya tu respiras. / Has entrado a la vida, como un monarca en celo, / para revelarnos todos sus secretos… / Y te escucho decir: / «I am somebody», «I am somebody».

Al término del encuentro el artista y activista estadounidense Andy Shallal expresó que es fascinante ver los paralelos entre las culturas cubana y estadounidense, y cómo tenemos tanto que aprender unos de otros.

Fuente: http://laventana.casa.cult.cu/

Exposición digital/ San Juan: el que todo lo tiene, el que todo lo da

Hoy 24 de junio se celebra el nacimiento de San Juan Bautista por ello desde Afroamiga compartimos con ustedes esta exposición fotográfica digital, en la cual se exaltan nuestras raíces africanas y el ciclo festivo alrededor de su culto, que es Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La exposición, realizada por la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en la República de Guinea Ecuatorial plasma la manera en la que se rinde tributo en diferentes partes del país, una tradición que es muestra del sincretismo religioso y cultural, producto del aporte de las costumbres, creencias y modo de vida que los africanos trajeron a nuestras tierras en la época de la colonia.

Ver la exposición fotográfica completa

Créditos de las fotografías:

Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela

Gobernación del estado Miranda

Gobernación del estado Yaracuy

@curiepe1

Daniel Hernández

Ciudad Caracas

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