¡Vuélvete a África!

Imagen de https://sp.depositphotos.com/
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Este es un comentario habitual en las redes sociales, “vuélvete a África”. Creo que cualquier persona negra que se atreva a hablar en contra de la del racismo ha escuchado este comentario alguna vez. Una noticia para los racistas, volver a casa, jamás es un insulto para mí.

África no está exenta de problemas. En mi país, España, las televisiones nos machacan con esos problemas una y otra vez. Si eres como yo y creciste en los años 90, recordarás que siempre había anuncios en la televisión de una persona blanca suplicando dinero para alimentar a niños desnutridos en África. Nunca faltaron imágenes de África saqueada, en guerra y personas sufriendo. Y de hecho, hay muchos países en África que están pasándolo mal.

Vamos a imaginar que tú estás en tu tierra. Tienes todo lo necesario para vivir y no necesitas nada más. Entonces llegan unos extraños y te roban, reclaman la tierra como conquistada o descubierta, empiezan a vivir en ella, explotan tus recursos, matan a los hombres, violan a las mujeres, esclavizan a su gente, los llevan en barcos a tierras extranjeras, toman todas las materias primas que pueden de esa tierra y luego te dicen que te dejan a tu suerte, diezmado y colonizado. Te endeudas con ellos para reconstruir tu hogar y tus infraestructuras. Con este panorama, es posible que tengas algunos problemas.

Conocemos esa historia, la historia negativa de África, la de las guerras, los dictadores y hambrunas. La historia que no vemos, es la de África como madre de la humanidad, potencia cultural y generadora de ideas.

Nunca he estado en África. Soy hija de la diáspora. Mis antepasados fueron llevados a la fuerza a América, a tierras colombianas. Después mi familia emigró a España. Yo nací aquí y de aquí me siento. Sin embargo hay una parte de mí que está en esa África que nunca he conocido, porque todos lo afrodescendientes nos sabemos parte de ese continente. Hoy más que nunca ser africano es un estado mental, un sentimiento, independientemente de si vives en Madrid, París, Dakar o Bogotá.

Querido racista, cuando me gritas ¡vuélvete a África!, no me insultas. A mí y otros muchos nos encantaría volver allí. Es normal añorar el hogar.

De todas maneras si que me gustaría ir a África, así que queridos racistas, si queréis contribuir a la compra del billete de avión, estaría encantada. Regresaría a mi casa.


Fuente: afrofeminas.com

Autora: Elvira Swartch Lorenzo

La Corte se pronuncia sobre «el genocidio estadístico» de la población afrodescendiente

La Corte Constitucional de Colombia acaba de impartir una serie de órdenes al Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), encaminadas a arreglar el daño que la entidad le ocasionó a la población afrodescendiente del país en el censo de población y vivienda de 2018.

La Corte se pronunció sobre varias tutelas que presentaron organizaciones étnicas por un episodio que bautizaron como «el genocidio estadístico».

Las tutelas denunciaron que en el mencionado censo hubo una reducción estadística, de un 30,8 %, de las comunidades negras del país. Los afrodescendientes pasaron de 4.311.757 en el censo de 2005, a 2.982.224 en el censo de 2018.

La Corte advierte que se trata de «un daño suficientemente documentado» que provocó «la invisibilización estadística de más de un millón de afrocolombianos. […] las omisiones del censo afectan el reconocimiento oficial de las diversidades en la población colombiana y obstruyen el diseño de políticas públicas idóneas que permitan superar las enormes brechas que golpean de forma
desproporcionada a las poblaciones afrocolombianas», expresa el fallo.

El DANE elaborará, en un plazo de diez meses, un estudio sobre las causas que conllevaron a ese grave error. También deberá consultar a las comunidades sobre la inclusión de un componente de autorreconocimiento en la próxima encuesta de calidad de vida y deberá ir identificando a los afrocolombianos en el plan integral de preparación del próximo censo.

Fuente: https://noticias.canal1.com.co/

III Reunión del Grupo de Trabajo de Afrodescendientes de la CELAC

En conmemoración del Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, se realizó la 3ª Reunión del Grupo de Trabajo de Afrodescendientes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC). El objetivo de la reunión fue posicionar nuevamente en la agenda de la CELAC la temática y propiciar un espacio de intercambio de miradas y buenas prácticas entre los países de la región.

El inicio estuvo a cargo de la Titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, Victoria Donda“Una de mis primeras medidas como titular del INADI fue la creación de la Comisión para el Reconocimiento Histórico de la Comunidad Afroargentina que amplió el trabajo realizado desde el surgimiento del INADI en aspectos que aún no habían sido abordados, brindando un punto focal al interior de la Administración Pública Nacional que atienda la especificidad de las demandas y propuestas de la Comunidad Afroargentina”, resaltó.

Acto seguido se llevó a cabo el panel de expositores por parte de los Estados miembros, donde participaron: por Argentina, el Lic. Federico Pita, director de la Comisión para el Reconocimiento Histórico de la Comunidad Afroargentina del INADI; por parte de Bolivia, Juan Carlos Ballivián, vice ejecutivo de CONAFRO; por Cuba, Rolando Julio Rensoli Medina, miembro del Grupo Coordinador Ejecutivo (GCE) del Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial; Rubén Silié, vice ministro de Relaciones Internacionales de República Dominicana; en representación de Ecuador, Catherine Chala Ángulo, directora de Servicios de Protección Especial del Ministerio de Inclusión Económica y Social; por Perú, Susana Matute Charún, directora de la Dirección de Políticas para la Población Afroperuana del Ministerio de Cultura; por Venezuela, Demetria Casimira Monasterios, Comisión de la Verdad Histórica.

Seguidamente se desarrolló un intercambio de buenas prácticas de políticas públicas hacia la población afrodescendiente entre las delegaciones participantes. Abrió los comentarios Wendy Pérez Salinas, Directora del Servicio Plurinacional de la Mujer y la Despatriarcalización «Ana María Romero» (Bolivia). Isabel Reyes Guerrero, del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (México); Krishna Camarena Surgeon, directora general de la Secretaría Nacional para el Desarrollo de los Afropanameños (Senadap); Javier Diaz, del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Oriental del Uruguay; John Quintero de la Coordinación Nacional Adjunta de la República de Colombia; Michael Revelo, representante de la Cancillería de la República de Ecuador.

Luego se dio lectura del borrador de Declaración del Grupo de Trabajo de Afrodescendientes de la CELAC. Se estipuló continuar recibiendo comentarios y sugerencias por escrito para enriquecer la Declaración en las próximas semanas.

Para finalizar, el Lic. Federico Pita agradeció la participación de las Delegaciones y destacó la labor de coordinación de la Cancillería Argentina. Las palabras de cierre estuvieron a cargo del Lisandro Basilico, quien acercó un saludo del Embajador Gustavo Martínez Pandiani, Coordinador Nacional de la Presidencia Pro Tempore argentina de la CELAC.

Fuente: https://www.argentina.gob.ar/

Francia Márquez, la primera vicepresidenta afro de Colombia

Francia Márquez logró un hito al convertirse en la primera mujer afrodescendiente en llegar a la vicepresidencia en Colombia y la segunda en Latinoamérica después de Epsy Campbell, de Costa Rica.

“Gracias a nuestros ancestros y ancestras”, dijo en su primer discurso ante la vista de un país que, aunque abolió la esclavitud hace unos 170 años, aún busca eliminar de tajo el racismo. Junto a Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda electo en el país sudamericano, se propone luchar contra el racismo y los derechos de las mujeres.

Pero no es solo eso, Márquez a sus 40 años es también la primera líder social en llegar a la vicepresidencia, en un país en el que defender los derechos de una comunidad puede costar la vida. La estatal Defensoría del Pueblo reportó que en 2021 fueron asesinados 130. Ella misma ha sobrevivido a múltiples amenazas por denunciar la minería ilegal en su territorio y a un atentado con una granada en 2019.

“Es la primera vez que como ella los ha denominado “los nadie y las nadie” van a tener una representación real en Colombia, van a ser escuchados. No es lo mismo hablar de inclusión social cuando la vicepresidente es bogotana que cuando es una líder social de Cauca”, dijo a The Associated Press Paola Montilla, doctora en Ciencia Política y docente de la Universidad Externado de Colombia.

Su origen es humilde, es madre soltera y víctima del conflicto interno colombiano. Sus raíces vienen de una comunidad afrodescendiente de Suárez, ubicada al suroeste del país, en uno de los departamentos que más ha sufrido la violencia en Colombia: el Cauca.

Su lema “Soy porque somos” representa su idea del colectivo que la llevó en 2014 a liderar la “Marcha de los turbantes” en la que un grupo de mujeres le exigieron al gobierno la titulación de sus tierras.

En Colombia, el 6% de la población se autodenomina afrocolombianas, según las estadísticas oficiales. La población más numerosa está en el Valle del Cauca, cuya capital es Cali.

Para Vivian Tibaque, una gestora comunitaria que apoyó a Francia durante la campaña, su figura representa a las mujeres más pobres y al tiempo más empoderadas de Colombia. “Todas las que estamos militando con Francia creemos en ese poder que tiene lo femenino. Ya basta de violencia patriarcal, las mujeres también podemos estar generando esa incidencia y defendiendo los derechos políticos como lo ha hecho Francia”, dijo.

En el 2018, Márquez ganó el prestigioso premio Goldman por su defensa al medio ambiente y en contra de la minería ilegal. “Vamos a cambiar el modelo económico de muerte, para darnos paso a un modelo económico que garantice la vida”, dijo cuando recibió el galardón considerado el “Nobel ambiental”.

Márquez ha remado contra la corriente toda su vida. Cuando tenía 16 años quedó embarazada y se convirtió en madre soltera, dejando a un lado sus estudios y trabajando en una mina de oro. Luego, para buscar mejor sustento para su familia, aceptó ser empleada doméstica. Pese a las condiciones económicas, fue paso a paso y consiguió graduarse hace dos años como abogada.

Desde la vicepresidencia, Márquez lideraría el Ministerio de la Igualdad, una nueva cartera que buscaría articular las políticas dirigidas a las mujeres, las diversidades de género y étnicas en Colombia.

Para la analista Montilla este será un paso importante en la búsqueda del cierre de brechas siempre que cuente con el presupuesto suficiente y la capacidad de ejecución.

Márquez se convirtió en una sorpresa política durante las elecciones luego de obtener una alta votación en las primarias presidenciales en las que se escogieron los candidatos definitivos para enfrentarse en la primera vuelta. Sin experiencia en cargos públicos, logró en ese entonces más de 785.000 votos superando a otros políticos más experimentados.

Su figura tomó fuerza y se convirtió en la fórmula vicepresidencial de Petro. Su presencia en el certamen electoral sacó a la luz el racismo al recibir numerosas críticas por su color de piel y le valió nuevas amenazas de muerte, por lo que tenía que ser resguardada con escudos y un grupo de escoltas cuando salía a las plazas públicas.

“Logramos un gobierno del pueblo, un gobierno popular, el gobierno de la gente de las manos callosas, de la gente de a pie, de los nadies y las nadies de Colombia”, celebró Márquez al convertirse en la vicepresidenta electa.

Fuente: AP

12.4 millones de niñas se reconocen como población indígena y 211.000 como afrodescendientes

De los 126 millones de la población total de México, el 20 por ciento son personas cuyas edades van de 0 a 11 años, es decir, 25.2 millones, de los cuales 12.4 millones son niñas y 12.8 millones son niños.

De acuerdo al Artículo 5º de la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que define a las niñas y los niños como las personas que tienen menos de 12 años, y en el marco del Día del Niño celebrado el 30 de abril, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los datos de la población infantil mexicana.

Con el propósito de hacer visible la riqueza pluricultural y multiétnica del país, estas estadísticas incluyen información sobre la población afromexicana o afrodescendiente (de 0 a 11 años), de quienes se autodescriben como indígenas (de tres a 11 años) y de las personas hablantes de lengua indígena.

Un total de 3.8 millones de personas de 0 a 11 años se auto reconocen como indígenas que viven en comunidades con una identidad social y cultural distinta a la predominante. El 50 por ciento, 1.9 millones son niñas y el 50 por ciento, 1.9 millones son niños. Las concentraciones más altas de niñas y niños indígenas se localizaron en Oaxaca y Chiapas con 476.000 (12,5 %) y 469.000(12,3 %).

Quienes se reconocen su condición como de habla indígena son 19.4 millones de niñas y niños. Las tres lenguas indígenas que más se hablan por niños y niñas de tres a 11 años fueron: el Náhuatl con 18 por ciento, el Tseltal y el Tsotsil, con 14 por ciento, cada una.

De acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda 2020, en México el 95 por ciento, es decir unos 18.4 millones no hablaba alguna lengua indígena y un millón, cinco por ciento es hablante de alguna lengua indígena. De los niños hablantes de lengua indígena, 280.000, es decir, 28 por ciento declaró no hablar español.

La afrodescendencia se refiere al criterio de autorreconocimiento de la persona como descendiente de personas provenientes del continente africano que llegaron a México durante el período colonial, de manera forzada o en libertad. También incluye a las personas de origen africano que llegaron posteriormente al país.

Se autoidentifican como población afromexicana o afrodescendiente el dos por ciento de las personas de 0 a 11 años, es decir, 427.000 de los cuales 211.000 son niñas y 216.000 niños que se concentran en los estados de Guerrero (64.000), Estado de México (44.000), Oaxaca (41.000) y Veracruz (33.000).

Para este grupo de población existían en 2018 en el país 1.075 unidades económicas dedicadas a la fabricación de juguetes y bicicletas que se concentran en el Estado de México, Michoacán y Puebla. Así como 13.860 establecimientos de comercio de juguetes y bicicletas y 1.515 parques con instalaciones recreativas.

La producción de bicicletas infantiles representó el 57 por ciento seguido de los juguetes de plástico y recreativos con el 23,7 por ciento, y los juguetes de carros, camiones y similares el 12,8 por ciento.

Las 13.860 unidades económicas dedicadas a la venta de juguetes y bicicletas dieron empleo a 33.436 personas.

Respecto a parques e instalaciones recreativas como parques de diversiones y temáticos, parques acuáticos y balnearios pasaron de 975 en 2013 a 1.515 en el 2018 y el personal ocupado aumentó de 13.758 a 18.979 personas en el mismo período.

En México, el Día del Niño y de la Niña, sólo hablando en masculino fue reconocido en mayo de 1916, en Tenayuca, Veracruz. Sin embargo, fue hasta el 30 de abril de 1924 que se oficializó su celebración a nivel nacional.

Fuente: rebelion.org

III Congreso Nacional Afrovenezolano promueve la igualdad y diversidad cultural

Al cumplirse 227 años de la rebelión de José Leonardo Chirino en los espacios de la Escuela Venezolana de Planificación en Caracas se instaló la Plenaria del III Congreso Nacional Afrovenezolano, que en esta edición rinde tributo al líder revolucionario Aristóbulo Istúriz con el objeto de promover la lucha contra el racismo estableciendo como prioridad la igualdad y la diversidad cultural.

Durante el encuentro, los asistentes destacaron la necesidad de crear una organización nacional que permita atender de manera integral a las comunidades afrodescendientes del país además de acordar una agenda común y la organización y formación de la juventud afro.

Asimismo, las y los diputados afrodescendientes rindieron su informe de gestión ante la plenaria y se desarrolló un encuentro con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad Histórica, Justicia y Reparación sobre el Dominio Colonial y sus Consecuencias en Venezuela.

«Desde ahí, nosotros y nosotras decidimos encontrarnos para poder, de manera colectiva, ir enarbolando nuestro legado cimarrón y asumir esta nueva tarea en este proceso que nos ha permitido avanzar», manifestó la coordinadora general del evento diputada Casimira Monasterios.

De igual forma, se debatieron políticas referidas a la afrodescendencia y el reconocimiento a la rebelión histórica del pueblo africano en Venezuela, encabezada por el zambo José Leonardo Chirino el 10 de mayo de hace 227 años, por ello «una de las propuestas surgidas de la plenaria es la creación de la Vicepresidencia Afro dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)», refiere una nota de prensa.

Fuente: VTV

Paulina Alberto: Utilizando la historia para repensar la experiencia afrodescendiente en las Américas

Como muchos Argentinos, Paulina Alberto sabía muy poco sobre la población negra de su país natal que, sin embargo, contaba con sus propias comunidades, periódicos, sociedades de socorro mutuo y artes.

“En ningún momento, desde la escuela primaria hasta el secundario, nos enseñaron sobre la historia de los y las afrodescendientes en nuestro país”, dijo Alberto, quien no se enteró sino hasta que llegó a la universidad que la historia de Argentina tenía más matices de lo que ella pensaba. Alberto ahora enfoca su investigación en la historia de los africanos y afrodescendientes en Brasil y Argentina, trabajo que le ha servido para apoyar las luchas por la visibilidad de comunidades que han sido ocultadas por las historias oficiales.

“En la mayoría de los países latinoamericanos, la historia en todas sus manifestaciones–desde los manuales escolares hasta las representaciones históricas en el arte, el teatro, la literatura, o los monumentos–ha sido un instrumento clave en la invisibilización de las poblaciones afrodescendientes. Hoy en día, la historia escrita de otra forma puede ayudar a develar esos mismos procesos, y a su vez difundir nuevos relatos sobre la presencia y el protagonismo de los afrodescendientes en nuestras sociedades”.

Revelando la historia oculta en Latinoamérica

La hija de una diplomática argentina, Alberto vivió en Nueva York cuando pequeña y regresó a Argentina después que cayó la dictadura a los 9 años. Fue allí donde terminó la escuela primaria y parte de la secundaria. Años más tarde se daría cuenta de que aunque el país ya había regresado a la democracia, aún quedaban huellas de un nacionalismo autoritario y homogeneizante que afectaba cómo la historia se enseñaba en el país.

Durante su carrera universitaria de pregrado, Alberto estudió la intersección entre historia y literatura, con un enfoque en la historia cultural de los imperios británico y francés. Fue en ese contexto que decidió profundizar sus estudios sobre la diáspora africana en Latinoamérica y el Caribe. Más tarde, durante sus estudios de posgrado, comenzaría a estudiar las implicaciones y la dinámica cultural de la diáspora negra en Latinoamérica, especialmente Brasil y Argentina, temas que sigue investigando como profesora en los departamentos de historia y lenguas románicas de la Universidad de Michigan. Uniendo estos temas de racialización, cultura, y poder, Alberto estudia la historia más allá “de hombres, generales y guerras”, como se la enseñaron en la escuela primaria, y particularmente, en la última década, ha comenzado a abordar a las ideologías raciales como narrativas: “relatos raciales” sobre las identidades nacionales.“

Entonces pensar las ideologías raciales como narrativas nos permite usar fuentes muy diferentes: obras de arte, literatura, manuales de historia, porque todas estas fuentes tienen una trama, una historia que están queriendo contar. En mis clases sobre raza, historia, y narrativas, tengo la oportunidad de realmente adentrarme en ese tipo de método. Es una forma muy efectiva de enseñar el alcance que tienen estas ideologías en nuestras sociedades”, dijo Alberto. En Historia 101, “Qué es la historia?”, por ejemplo, Alberto no se enfoca directamente en un país, región o periodo de tiempo en particular, sino que se centra en la importancia de estudiar la historia como disciplina y como método de reflexión crítica sobre la sociedad actual. Una de las ideas centrales de la clase es poner adelante los temas de la raza, racialización, etnias, cultura y poder.

Traduciendo historias

Alberto imparte el curso llamado “Relatos e Historias de la Raza en Argentina y Brasil” en español y portugués e incorpora el inglés para discutir textos teóricos o historiográficos en mayor profundidad. “Para mí, es muy importante que haya comunicación entre diferentes partes de América Latina sobre la historia afroamericana”, explicó Alberto, añadiendo que siendo Brasil el país con la mayor población de personas afrodescendientes fuera de África en todo el mundo, seguido por los Estados Unidos, es importante incorporar estos idiomas.

Inspirada por la importancia de poder comunicar las diferentes historias entre distintas poblaciones afro dentro de las Américas, surge su deseo de traducir y traer experiencias desde América Latina a los Estados Unidos y hacer que circule la producción académica y los escritos de los intelectuales afro-latinoamericanos que son poco conocidos fuera de sus países. En su nuevo libro Voices of the Race: Black Newspapers of Latin America (1870-1960), Alberto espera facilitar conversaciones interamericanas, enfocándose en las palabras e historias de afrolatinos en Cuba, Uruguay, Argentina y Brasil. Coeditado por Jesse Hoffnung-Garskof y George Reid Andrews, el libro será publicado a finales de 2022.“Los debates y las discusiones que están saliendo a la luz hoy en día en Estados Unidos sobre la necesidad de repensar qué significa la latinidad y la categoría Latinx, de forma de que incluyan centralmente lo afro y la gente afro, se articulan directamente con las luchas por la revisibilización de los afrodescendientes en América Latina”, añadió.

Afro Latinos y amnesia histórica

La “narrativa racial” dominante en Argentina es que los afroargentinos que había durante la colonia y el siglo XIX fueron muriendo en las guerras o epidemias (que arrasaron en los barrios pobres de Buenos Aires), y, finalmente, fueron absorbidos por la gran ola de migrantes europeos. En el siglo XX, según este relato, ya no había afrodescendientes en Argentina. Centrándose en un nutrido corpus de relatos sobre un afroargentino famoso del siglo XX, Alberto explora esta narrativa racial en su nuevo libro “Black Legend: The Many Lives of Raúl Grigera and the Power of Racial Storytelling in Argentina“. Exponiendo cómo los afrolatinos en Argentina fueron borrados de las narrativas nacionales, o visibilizados apenas de forma estereotipada en relatos raciales difamatorios similares a los cientos de relatos que surgieron sobre Grigera, Alberto desenmascara estos mecanismos narrativos que borraron la presencia afro.

Al contar una nueva historia que centra la gente afrodescendiente y la cuestión racial en un país supuestamente “sin razas” o incluso “blanco”, el trabajo de Alberto no solo es útil en Argentina, sino también en el resto de las Américas. Por medio de sus investigaciones, Alberto dice, espera “traer a los lectores nuevas formas de pensar la historia afroamericana o historia de la diáspora desde el sur”.

Fuente: https://espanol.umich.edu/

El derecho a la igualdad y a la no discriminación de afrodescendientes en Paraguay


¿Cuál es la situación de la población afroparaguaya? ¿Cuáles han sido los últimos intentos legislativos para evitar la discriminación?

Paraguay es prácticamente el único país en Sudamérica que no tiene una ley o mecanismo jurídico que proteja contra la discriminación a los pueblos indígenas, las mujeres, las personas con discapacidad o el colectivo LGTBI. Si bien la Constitución del Paraguay de 1992 garantiza la igualdad entre todas las personas y no admite discriminaciones (art. 46 CPy) y además reconoce a los pueblos indígenas y grupos étnicos definidos como grupos de cultura anteriores a la formación y organización del Estado Paraguayo (art. 62 CPy), aún no se han aprobado normas contra el racismo, la homofobia o la segregación.

Además, otras minorías o grupos étnicos, como las personas afrodescendientes, no cuentan con un mecanismo de prevención o sanción de la discriminación, la cual no se encuentra definida legalmente, ni se cuenta con mecanismos legales ni políticas públicas para erradicarla.

En 2016 el Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial, luego de examinar la situación en Paraguayrecomendó al Estado emprender medidas de acción afirmativa para eliminar las modalidades de discriminación racial a las que se hallan expuestas las comunidades étnicas de varias partes del mundo, en especial indígenas y afroparaguayos, así como la protección de los defensores de los derechos humanos de estos pueblos. No obstante, hasta el momento, estas medidas no se han puesto en marcha.

Antecedentes históricos y el reconocimiento de la identidad afrodescendiente del Paraguay

Al igual que en el resto del continente americano, los afroparaguayos son en su mayoría descendientes de los pobladores negros con orígenes africanos, la mayoría angoleños y congoleses, que fueron traídos y reducidos a la calidad de esclavos para realizar trabajo pesado, principalmente en Brasil. De allí se dispersaron al sur, en el actual territorio de Paraguay, Uruguay, Bolivia y Argentina.

Históricamente, la población afroparaguaya no ha sido muy numerosa. Existen dos censos previos a la Independencia del Paraguay (1811): el realizado por el entonces gobernador Melo de Portugal en 1782 en Asunción y que representaba el 24,9% de la población parda total (el 22,8% de la población libre total y el 29,3% de la población esclava), mientras que el realizado por el gobernador-intendente Lázaro de Rivera en 1799 registró 25,2% de la población parda, (el 23,3 % de la población parda libre y el 28,4% de la población esclava).

La población afroparaguaya se encontraba en las rancherías de esclavos en la capital, propiedad de las órdenes religiosas. Un hito en la historia del Paraguay fue la abolición de la esclavitud, el 24 de noviembre de 1842, a través del decreto que enunciaba la libertad de vientres de las esclavas: “Desde el 1 de enero de 1843 serán libres los vientres de esclavas, y los hijos que nacieren en adelante serán llamados Libertos de la República del Paraguay”. Ser liberto no implicaba que la persona sería libre, sino que, como indicaba otro artículo, “quedarían obligados a servir a sus señores hasta la edad de veinticinco años, los varones, y, las mujeres, hasta los veinticuatro años”. En el periodo independiente de 1811 hasta 1870, el único censo realizado fue en el año 1846, por orden del presidente Carlos Antonio López.

En el año 2007 se creó la Asociación Afroparaguaya Kamba Cua (AAPKC) y se llevó a cabo, con apoyo de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, el censo de población y viviendas. Se reconocían 7637 personas como afroparaguayos/as, en las tres comunidades afrodescendientes conocidas concretamente: Kamba Cua de Fernando de la Mora (Gran Asunción), Kamba Kokue en las afueras de la ciudad de Paraguarí y Pardos Libres de la ciudad de Emboscada. En la actualidad, la población afroparaguaya representa el 7,8% de la población total del país. Cabe señalar que en un posterior censo, realizado en 2012, no se alcanzó a todos los residentes, y además no fueron incluidas otras concentraciones de afrodescendientes distribuidos en otras regiones del país.

En la actualidad la mayoría de la población del Paraguay desconoce la presencia de afrodescendientes e ignora las condiciones socioeconómicas y culturales en las que viven. El Estado paraguayo está en la obligación de recopilar y proporcionar datos estadísticos fiables, actualizados y completos sobre la composición demográfica de las minorías, en particular la afroparaguaya, así como indicadores de derechos humanos y socioeconómicos, desglosados por origen étnico, género, edad, regiones, zonas urbanas y rurales. Sin estos datos, se generan barreras que obstruyen la elaboración e implementación de políticas públicas de Estado dirigidas hacia este sector y que reconozcan, valoren y dignifiquen a la población afrodescendiente del Paraguay.

Anteproyecto de ley y sus reacciones

En la última década, otros países de Latinoamérica han aprobado legislaciones a favor de la lucha contra la discriminación, excepto Paraguay. Desde 2009, se ha buscado reglamentar la prohibición constitucional de discriminación, que no cuenta con una legislación específica que brinde garantías, como sí existe en otros países del continente como Uruguay (2004), Perú (2006), Venezuela (2011) y Colombia (su última modificación en 2015). En Paraguay a finales de 2014, se votó contra el Proyecto de Ley “Toda forma de discriminación”, que finalmente no prosperó.

El Proyecto de Ley toma en cuenta la recomendación del Comité de Eliminación de la Discriminación Racial de 2016 (CERD/C/PRY/CO/1-3, pág. 9), que insta al Estado a agilizar la adopción de los instrumentos legislativos necesarios para prevenir el racismo y la discriminación racial, y exhorta a adoptar medidas de acción afirmativas o medidas especiales.

El 19 de noviembre de 2019 se presentó la iniciativa parlamentaria del proyecto de Ley Afroparaguaya, que consta de 11 artículos. Este anteproyecto tiene por objeto:

1) Crear mecanismos y procedimientos de prevención y sanción de actos de racismo y de discriminación hacia personas afrodescendientes (art. 1).

2) Reconocer a la población afrodescendiente del Paraguay como una minoría étnica, e incorporar el legado de las comunidades afrodescendientes en la historia, así como su participación y aportes en la conformación de la nación, en sus diversas expresiones culturales (arte, filosofía, saberes, costumbres, tradiciones y valores) (art. 2).

3) Elaborar el plan nacional de promoción, fomento y protección de estos grupos, a cargo de la Secretaría Nacional de Cultura (art. 4).

4) Promover, por parte del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), el reconocimiento en todos los niveles de la población afro y afrodescenciente. Fomentar el acceso a becas educativas para la minoría étnica (art. 6).

5) Definir los actos discriminatorios y de racismo (art. 7).

6) Aplicar las sanciones en el ámbito de su competencia (art.8).

7) Implementar políticas públicas sobre la promoción de la cultura de no discriminación y racismo hacia personas afrodescendientes (art. 9).

8) Crear el Registro Nacional de Personas Afrodescendientes, dependiente del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) (art. 10).

La propuesta legislativa fue remitida al Senado el 15 de julio de 2021, donde obtuvo media sanción. El 13 de octubre de 2021, por amplia mayoría del pleno de la Cámara de Diputados, se resolvió rechazar el Proyecto de ley, por lo que el texto vuelve a la Cámara de Senadores. Por el momento habrá que seguir esperando.|

Las expresiones utilizadas por los diputados que rechazaron el Proyecto de ley se referían a que no existe discriminación racial en Paraguay. Es decir, niegan las afirmaciones presentadas en el informe del Comité de Naciones Unidas de Eliminación de la Discriminación Racial de 2016 sobre este aspecto, que menciona que los afroparaguayos continúan siendo víctimas de discriminación e invisibilidad, lo cual pone de manifiesto la desigualdad en el ejercicio de los derechos humanos de los pueblos indígenas y afroparaguayos, en relación con el resto de la población.

Paraguay tiene el desafío pendiente de reconocer y proteger los derechos de las minorías con arreglo al derecho internacional. Para que estos derechos de las minorías sean efectivos, es fundamental promover y proteger la identidad de las minorías, en este caso la de los afrodescendientes. El no promover y proteger su identidad impide su asimilación e integración, así como la pérdida de su cultura, que constituye la base de la riqueza del Paraguay (y del mundo) y que por consiguiente forma parte de su patrimonio.

Fuente: agendaestadodederecho.com

Censo Nacional en Argentina: esperan que aumente la cifra de los afrodescendientes

En el salón de acuerdos de Casa de Gobierno se realizó una reunión encabezada por los ministros de Justicia y DD.HH., Matilde O’ Mill; y de Economía, Atilio Chara; con representantes nacionales de las comunidades Afro Argentina para informar acerca de la importancia del Censo Nacional 2022 a realizarse el próximo 18 de mayo.

Participaron el director de la Comisión para el reconocimiento Histórico de la Comunidad Afro Argentina, Federico Pita; la secretaria de Derechos Humanos de la Provincia, Daniela Águila; el director de Estadísticas y Censos de la Provincia, Federico Scrimini; y la titular del Inadi Santiago del Estero, Luisa Paz, entre otros.

Federico Pita subrayó sobre el censo que «está la posibilidad de que el número de autorreconocimiento de la población afro argentina aumente. En el 2010 pasamos de cero, de no existir, a dos mil quinientos santiagueños que se reconocieron orgullosamente afro argentinos y esperemos, y estamos ansiosos y deseosos y seguramente el fruto de estos doce años de trabajo nos indique que vamos a ser muchos más en la tierra santiagueña».

A su turno, el ministro de Economía, Atilio Chara, agradeció la presencia del director de la Comisión para el reconocimiento Histórico de la Comunidad Afro Argentina. «Viene a concientizar, no solo en la importancia del punto de vista económico y social del censo, sino de la importancia de determinar quiénes somos, qué somos y a dónde queremos ir«, recalcó.

Scrimini destacó la realización del censo de manera digital a partir del 16 de marzo. «Es de vital importancia la colaboración de la población. Es un operativo que va a servir a la sociedad, tanto como al Estado, y la realización de este censo digital aumenta mucho la probabilidad de éxito y de la calidad de la información. Por eso, llamamos a la población a realizarlo. A través de la página http://www.censo.gob.ar, lo puede hacer cualquier persona mayor de 18, una por cada hogar, es de mucha más comodidad y fácil respuesta», señaló.

Fuente: https://www.elliberal.com.ar/

Lucha y resistencia: la historia detrás de los peinados afrocolombianos

Los peinados afro esconden la historia de lucha de los miles de afrodescendientes que fueron esclavizados y discriminados por su condición racial en América. Te contamos cómo esta estética permanece en Colombia como una resistencia pacífica a los estándares occidentales de belleza.

Los barberos colombianos guardan un secreto que les ha transmitido por sus abuelos y otras generaciones de afrodescendientes: la historia de resistencia a la esclavitud que esconden las trenzas tejidas en los cabellos de los afrodescendientes donde los cimarrones podían esconder los planes de fuga y hasta metales preciosos para comprar su libertad.

Las historias se pasan entre generaciones como leyendas urbanas, madres que tejían en la cabeza de sus hijas los mapas para poder escapar de los esclavistas y llegar a los palenques, esos lugares escondidos en la selva que creaban los cimarrones fugados y donde al fin podían vivir como hombres y mujeres libres.

Era en estos cabellos tejidos donde los esclavos que trabajaban en las minas escondían parte del oro que encontraban para luego poder comprar su libertad. Allí también guardaban las semillas que podían asegurar el alimento en libertad, según explica en un reportaje de la agencia Anadolu publicado en la revista Arcadia.

En la década del 60 esta estética sufrió cambios. La  cultura afrolatinoamericana se empezó a nutrir del movimiento de los derechos civiles de EEUU y los migrantes latinos que viajaban a Nueva York, Chicago y otras grandes ciudades estadounidenses quedaban marcados por la influencia del hip hop, el básquet y por supuesto, los cortes de cabello.

Hoy día, estos peinados perduran en Colombia como una forma de resistencia pacífica al ideal de belleza impuesto por la cultura occidental. Barberos entrevistados por Arcadia admitieron que utilizan la barbería para mostrar “nuestra cultura y nuestro arte”.

Por muchos años esta tradición sufrió el rechazo de su propia gente que presionada por la aceptación y como mecanismo de supervivencia empezaron a adquirir la estética de los cabellos lacios y rubios. En 1984 la activista Emilia Eneyda Valencia Murraín creó el primer concurso de peinados, en aras de rescatar la tradición.

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En 2019 Valencia Murraín organizó la XV edición del concurso de peinadoras Tejiendo la Esperanza desde la Asociación de Mujeres Afrocolombianas (Amafrocol). Allí se exhiben las nuevas técnicas de tejidos y afros, en aras de reafirmar la identidad étnica y cultural de las comunidades afrocolombianas, raizales y palenqueras.

Como parte del evento, mujeres de distintas regiones de Colombia se reunieron en una zona turística del Chocó para compartir sus experiencias sobre la importancia de la estética afro y la necesidad de despojar a esta población del complejo de inferioridad y hacerlos sentir orgullosos de su diferencia étnica, destacaron desde kienyke.com

Fuente: Sputnik